Superando barreras en la EAAB: Mujeres que fluyen
8 mar. 2021
Desde la mitología muisca, pasando por las aguateras que transportaban el líquido en cántaros hasta las altas directivas que manejan hoy las principales empresas del país, el papel de la mujer en la gestión integral del agua ha sido clave para la transformación del sector de servicios públicos y la igualdad de género.
Videos de mujeres EAAB que permiten que fluya la gestión del agua en nuestra ciudad
El agua siempre ha tenido un papel fundamental en las creencias y la actividad cotidiana. Ya desde los muiscas, el agua estaba relacionada con el origen de la vida. En nuestra mitología, la diosa Bachué salió de la Laguna de Iguaque llevando un niño en sus brazos con quien, al hacerse hombre, poblaron la tierra, dando origen a la raza humana. Las leyendas ancestrales narran, por ejemplo, que desde la cosmovisión de los chibchas existía una relación directa entre el agua, la mujer y la vida.
Desde el inicio, el liderazgo de la mujer en el manejo del agua fue evidente. No solo en la recolección, uso y administración del líquido en las casas y dentro de la comunidad. También en la agricultura y en los primeros métodos de almacenamiento, con lo que las mujeres adquirieron un gran conocimiento que a futuro resultó clave para la definición de políticas y el manejo exitoso del recurso hídrico en las instituciones y ciudades.
Las mujeres como administradoras del recurso hídrico
Un ejemplo de ello se viene dando en la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB). La entidad, que se acerca a sus 133 años, tuvo por primera vez una mujer en la dirección empezando el año dos mil; esto abrió el camino para que muchas otras mujeres tomaran el mando de los principales procesos que permiten a los bogotanos tener hoy la principal defensa contra el Covid-19: el agua potable.
Son muchas las barreras y paradigmas que se han ido derrumbando en las últimas décadas en esta empresa. Las mujeres asumieron trabajos considerados inicialmente solo para hombres, como operarias de limpieza de alcantarillas y manejo de maquinaria pesada, y también se posesionaron como profesionales de alto nivel que gestionan la calidad del agua, manejan procesos técnicos en plantas y laboratorios, coordinan equipos operativos, comerciales y sociales y lideran procesos de innovación, desarrollo tecnológico y protección de medio ambiente.
El abanico de mujeres líderes y empoderadas en la EAAB suma más de 815.De ellas, a la fecha, 27 están en cargos directivos, 224 en los niveles profesionales, 239 en los niveles tecnológicos y 221 en nivel técnico. Además, hay 41 en el rango operativo, 60pasantes y aprendices y 3 asesoras. Esto significa que cerca del 30% de la fuerza laboral de la EAAB son mujeres, una cifra que aunque puede sonar baja no es despreciable frente al contexto internacional. El estudio del Banco Mundial “Las mujeres en las empresas de servicios de agua: Derriban barreras”, bajo la iniciativa de EQUALAQUA indica que, a nivel global, solo el 18% de los trabajadores de las empresas de servicios públicos encuestados son mujeres. En Colombia, esta cifra se aproxima al 20%.
Solo para hacerse una idea del papel de las mujeres en la Empresa, en las últimas dos décadas la gerencia general, el principal cargo dentro de la entidad ha sido asumido por cinco mujeres. Para Cristina Arango, actual gerente general de la EAAB, “la noción de equidad de género no solo es aumentar el número de mujeres en la empresa. Como sociedad se debe garantizar que las mujeres alcancen los niveles de capacitación que les permitan aspirar a competir, y se deben replantear las cargas que tradicionalmente asumen –y se esperan– de manera paralela al mundo laboral; sin estas transformaciones no es posible la igualdad”.
El avance de la participación de las mujeres en la EAAB ha trascendido a todos los niveles jerárquicos de la organización y refleja la transformación cultural “Somos Agua de todos los colores”. Esta busca disminuir la brecha entre géneros, erradicar la discriminación y el maltrato a la mujer, y fomentar una comunidad empresarial donde todos los colaboradores se reconozcan como iguales. Hoy por hoy, más de 800 colaboradoras han accedido a programas de capacitación, no solo en habilidades propias de sus roles sino también en temas de salud y autocuidado, derecho a una vida libre de violencia y factores de riesgo sicosocial.
La equidad de género no es solo un asunto de mujeres. Cada vez, más hombres asumen esta transformación cultural dentro de la EAAB. Ángel Triana, profesional quien comparte con mujeres la implementación de la política social en las zonas de servicio, lo destaca: “Hemos avanzado en la integración de las mujeres en todos los niveles, poco a poco vamos logrando la inclusión. Eso lo demuestran áreas como la comercial y la social. Para mí ha sido una experiencia gratificante trabajar con mujeres por su alto sentido de compromiso y porque están preocupadas siempre por innovar”.
Defensoras del agua:
Al mismo tiempo que las mujeres dentro de la organización han conquistado espacios en la administración y gestión del agua, otras tanto afuera en las comunidades también han librado batallas en la defensa y protección del recurso hídrico. La EAAB las ha acompañado en los procesos de reforestación y cuidado del medio ambiente. Un ejemplo a destacar es el de Dora Villalobos, quien junto con varias vecinas de la localidad de Kennedy en el suroccidente de Bogotá y con el apoyo técnico del Distrito, logró recuperar el Humedal de La Vaca, ayudando a que pasara de ser un potrero invadido por montañas de basura a un espacio que hoy ya cuenta con un espejo de agua y la presencia de árboles y pájaros que mejoraran el entorno y la salud.
